Casas japonesas modernas inspiradas en las tradicionales

Las casas japonesas modernas combinan a la perfección las tecnologías y los estilos de vida actuales con las tradiciones y la cultura que se remontan a más de 30.000 años. Las casas japonesas tradicionales se llaman minka, e incluyen pisos de tatami, puertas corredizas y terrazas de madera que rodean la casa. En sus interiores hay pocos muebles. Las mesas son muy bajas, y las sillas y las camas a menudo no existen.

Si bien las casas modernas varían mucho, un factor común en toda la arquitectura japonesa es la idea de «la forma sigue a la función», lo que hace que las casas sean altamente eficientes sin requerir tanto espacio como las típicas casas occidentales. En Japón la gran condicionante de la mayoría de las casas es el espacio, por lo que a partir del mismo se desarrolla todo el diseño y decoración del hogar.

Casas japonesas

Cuando se trata de arquitectura y decoración, las fronteras ya no existen en este mundo totalmente globalizado, en donde las tendencias y diseños para interiores ya no pertenecen de manera exclusiva a determinada sociedad, sino que se proyectan por todo el mundo. Desde hace mucho tiempo, los diseños orientales para el hogar han sido bastante aceptados por las personas que generalmente buscan ambientes sosegados y que proyecten paz a sus familias.

Exteriores

Tejados inclinados con una ligera curva en las esquinas, muchas ventanas y puertas al exterior, colores neutros, principalmente blanco, madera y negro, son algunas de las características principales de las casas japonesas tradicionales o antiguas.

En la actualidad, se utilizan todos estos elementos con un enfoque más moderno, pero el concepto es el mismo.

Son exteriores maravillosos, donde los muros exteriores, en gran parte compuestos de puertas corredizas o shoji, se integran con el jardín circundante, desdibujándose los límites.

Entrada

Algo típico de esta cultura es el sitio de entrada a la casa. Una suerte de recibidor en el cual quien llega debe dejar sus zapatos y transcurrir descalzo el resto de su estadía en la casa. Esto se originó muchos años atrás, cuando los suelos de las casas japonesas estaban recubiertos por tatami, una estera fabricada con paja proveniente del arroz y recubiertas con materiales derivados del bambú. Hoy en día ya muchas no usan el tatami, pero los zapatos se siguen dejando en el recibidor por tradición y por separar la vida exterior de la paz del hogar.

Tokonoma

Las plantas también son elementos comunes en los hogares japoneses. Los tokonomas son pequeños cubículos que se usan para exhibir decoración, a menudo incluyen arreglos florales de ikebana además de un tapiz o quemador de incienso. La vida vegetal que se trae al interior a menudo enfatiza los exuberantes y brillantes verdes más que las coloridas flores que la adornan.

Orden y minimalismo

El estilo japonés busca la armonía y el equilibrio del espacio, basado en el Ying y el Yang del budismo. El ordenamiento de los muebles tiene que ser de modo tal que permita el buen recibimiento de quién llega y una buena circulación.

Hay que deshacerse de la mayor cantidad de pertenencias, ya que cuanto menos haya en una habitación, mejor atmósfera de orden habrá. También hay que limitarse a la hora de agregar adornos excesivos.

Color y textura

Los colores más utilizados en este estilo son el blanco y los colores neutros, mientras que el negro se utiliza para definir a algunos objetos y resaltarlos.

Muchas texturas son aplicadas en la cultura japonesa para la construcción y decoración, entre ellas madera de cedro para las paredes, pisos de bambú o tatami rodeando una única pieza de piedra directamente traída de la cantera, muebles de mimbre y cojines de seda.

Contacto con la naturaleza

La arquitectura tradicional japonesa hace uso y resalta la naturaleza en el área inmediata. En las casas tradicionales japonesas, casi todas las habitaciones se abren al jardín exterior, debido a la terraza envolvente, o engawa , que sirve como pasillo principal para recorrer la casa.

Ventanas y puertas deslizantes japonesas Shoji

Las ventanas y puertas estilo japones, tipo pantalla, son una buena opción no sólo por lo decorativo sino porque permiten iluminar el hogar de una manera muy interesante.

Adecuadas para un interior contemporáneo o tradicional con un toque oriental, las pantallas Shoji son la esencia del estilo de los interiores japoneses. Consisten en una estructura de madera y delicado papel de arroz. Estas pantallas funcionan como cortinas, y también para regular la temperatura del ambiente.

Se le pueden dar muchos usos: para separar espacios, para cerrar armarios, para puertas y ventanas. Tienen un aspecto muy similar a los biombos y a la vez a los estores tradicionales, sólo que el mecanismo es distinto, pues al contrario de los estores comunes que se enrollan hacia arriba, los japoneses se desplazan hacia los costados, como puertas correderas.

El conjunto del panel puede estar formado por varios paneles más pequeños e independientes que se pueden correr hacia los lados y cruzarse entre sí para darle otras dimensiones al aspecto final.

Estos paneles japoneses seguramente se verán muy bien en cualquiera de los ambientes a los cuales los asigne, buscando que la decoración en su conjunto esté en armonía perfecta.

Salas y comedores

Una sala de estar japonesa es sobre todo multi funcional, pero no de la misma forma que en occidente. Sino que se utiliza para funciones mucho más relevantes, como por ejemplo para dormitorio durante la noche, ya que muchas veces detrás de un armario se encuentra una cama.

La distancia y disposición de los sillones debe promover el buen diálogo entre el individuo que esté sentado en un sillón y el que se encuentre en otro. En el centro de la sala por ejemplo puede haber un punto focal en el cual se centre todo, como por ejemplo un mini jardín seco de guijarros.

Los comedores tradicionales constan de mesas muy bajas y sillas al ras del suelo con cojines muy grandes y mullidos. Los suelos se cubren con tatami.

Dormitorios

Cuando pensamos en decorar nuestra habitación con detalles de estilo japonés tradicional o antiguo, inmediatamente nos viene a la mente la imagen de una cama baja, simple y minimalista, la cual es de origen japonés y se llama futón. Esta cama favorece el buen descanso, en especial para quienes sufren de problemas de espalda o insomnio.

El secreto está en sus medidas y en la forma en la que se fabrica, el futón original tiene solo 5 cm de espesor y está relleno de algodón y fibras naturales, se apoya sobre un tatami o base rígida, que debe ventilarse durante el día.

Para muchos de nosotros puede resultar extraño dormir en un colchón tan delgado, por lo que los fabricantes de equipos de descanso y muebles han adaptado este estilo a medidas más comunes, manteniendo el tatami como base, pero incorporando un colchón (de espuma o algodón) un poco más alto.

La idea es encontrar un colchón que se adapte a tus características físicas y preferencias, pero manteniendo una base baja, que deje el espacio libre y no desentone con el estilo oriental que quieres imprimir a tu dormitorio, de esta manera tendrás un futón a tu medida.

No se utiliza ningún tipo de mobiliario que perjudique la armonía de esta decoración inspirada en la sencillez. En la imagen que vemos arriba, se han incorporado algunos elementos más modernos. La cama se ha colocado sobre una plataforma de madera. Esta es una manera de ampliar el espacio y de hacerlo parecer más grande de lo que es. Por encima de la cama, una estantería que sirve de cabecera, con libros y pequeños accesorios.

Una forma sencilla de crear una atmósfera diferente en un dormitorio es por medio del cabecero de cama. Estos cabeceros además de ser bonitos lucen muy confortables, consisten en un futón pequeño (alrededor de 160×60 cm) que cuelga de la pared. Su colocación es sencilla porque cuelgan de un barral colocado en la pared.

Baño y cocina

Un detalle a tener en cuenta son los baños. Si el espacio lo permite, optan por colocar el inodoro y el fregadero en un recinto, y la bañera y la ducha en otro. Además para entrar en los mismos uno debe calzarse unas zapatillas especiales para el baño.

Japón es un país rico en sus recursos naturales, culturas y artes que son famosas en todo el mundo. Con estos materiales se ha creado mucha artesanía artística que se ha introducido en la vida cotidiana. En ella se conserva el espíritu de los conocimientos de los artesanos antiguos.

Aquí vemos tinas y lavabos fabricados en madera. Japón ha sido famoso por su exquisito lacado de muebles. Esta llamativa y tradicional artesanía data de 5500 años atrás, del período de Jomon. El meticuloso proceso de lacado se ha perfeccionado a través de los años. La laca es totalmente ecológica, se fabrica a partir de la savia de los árboles. Con el suave y sedoso acabado de laca aplicada a las tinas de madera, estas bañeras son una verdadera exquisitez. Resistentes al calor (hasta 800 grados), no se verán afectadas por el agua caliente.

Por otro lado, la colección de madera natural está fabricada con las técnicas de alta calidad de la artesanía japonesa. Tener un baño caliente o “furo” es una parte importante en el estilo de vida japonés. Estas piezas están fabricadas en madera de ciprés, que tradicionalmente ha sido utilizada para hacer los templos budistas. Es de grano fino y muy perfumada. Esta madera tiene algunos beneficios, como la desinfección y repeler los insectos.

Las cocinas modernas en la actualidad tiene un diseño minimalista pero muy funcional, y casi todos sus elementos se construyen en madera.

Jardines interiores

Es muy común que las casas japonesas tengan jardines interiores, un lugar donde colocan piedras, arena y algunos arbustos pequeños. Los grandes ventanales de la casa dejan ver este magnífico espacio que aporta luz, aire fresco y por supuesto, una hermosa y relajante vista.

Por lo general se deja una plataforma o terraza para poder salir al exterior.

Jardín japones

Además de destacar por su refinamiento, la decoración oriental propicia una atmósfera relajante. Especialmente la japonesa, cuyo empleo de las flores y plantas es de los más admirados y seguidos con interés profesional. No solo hay estudios acerca del cultivo de bonsáis, sino también del diseño y mantenimiento de los jardines japoneses, donde se conjugan la arquitectura humana y la naturaleza con resultados literalmente de ensueño.

En la recreación de estos espacios es clave dejarse envolver por los elementos vegetales y lograr una sensación de amplitud. De tal modo que podamos generar un círculo energético: al absorber la mayor cantidad de energía positiva nos sentimos bien y no contaminamos con mala vibra a las especies del jardín.

Hay dos tipos principales de jardines japoneses. Por un lado, los jardines de paseo, por los que podemos interactuar libremente con el paisaje. Y por otro, los de aposento, que podemos admirar desde un punto específico.

Por lo general, en los jardines de paseo se combinan las elevaciones de terreno y formación de estanques con peces (su crianza es un tema aparte) o lagunillas –dependiendo de la extensión del jardín- sobre los que se puede colocar un puente en media luna para contemplar mejor el panorama. Y si disponemos de un área pequeña, las cascadas suplen sin problema a los otros elementos de agua.

Para los jardines de aposento sería ideal apreciarlos desde una terraza o una caseta a dos aguas construida según la usanza japonesa. Pero cualquiera sea el tipo de jardín que deseemos recrear, tiene que ser cerrado y rodeado por piedras y copiosos árboles y arbustos que bien distribuidos “agrandan” el espacio.

Dos recomendaciones finales. Evitemos que los estanques tengan formas geométricas, pues la irregularidad de su forma es lo que le da un carácter más natural. Y para darle una mejor iluminación nocturna al lugar, se pueden colocar linternas de piedra que harán las delicias en un paseo con “feeling romántico”.